Laboratorios Bagó de Bolivia

HISTORIA DE LA SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ

Dr. Walter Arteaga Cabrera*

 

RESUMEN

Los períodos entre guerras (1914 - 1918 y 1939 - 1945) desencadenaron la crisis que vivió el mundo, principalmente Europa. De esta crisis nacieron ideas políticas como el nazismo, fascismo y marxismo. Fue fuerte la repercusión en Bolivia con la influencia del liberalismo, hasta la Guerra del Chaco, campaña que originó cambios políticos, sociales, económicos, culturales y médicos. El 2 de febrero de 1939 se funda la Sociedad de Cirugía de La Paz que funciona hasta el 21 de septiembre de 1950. Se hacen citas sobre hechos importantes durante este tiempo y se escriben glosas sobre los fundadores de la Sociedad. Se toma como documento importante el Libro de Actas.

* Catedrático Emérito de Ortopedia y Traumatología U.M.S.A.
Past presidente de la Sociedad Boliviana de Cirugía.
Past presidente de la Sociedad Boliviana de Historia de la Medicina.
Past presidente de la Academia Boliviana de Cirugía.
Past presidente del International College of Surgeon.
Correspondiente de la Academia Mexicana de Cirugía.
Correspondiente de la Academia Peruana de Cirugía.
Ex catedrático de Historia de la Medicina U.M.S.A.

 

INTRODUCCION

"La época de entreguerras representa históricamente la liquidación de los valores dominantes hasta entonces, continuadores del siglo pasado, y el comienzo de las nuevas realidades características del siglo XX. Es una época trepidante de final de un período y nacimiento de otro, con crisis, revoluciones, tensiones y ensayos, a partir de la Primera Guerra Mundial, en todos los aspectos de la vida histórica. Es un momento general de crisis, cambios y transformaciones que dan nacimiento a nuestro siglo", comentan María Victoria López-Cordón Cortezo y José Urbano Martínez Carreras.

La hegemonía política y económica mundial de Europa, ejercida hasta 1914, comienza a fallar y al concluir la Primera Guerra Mundial esta hegemonía termina iniciándose el proceso de decadencia cuya agravación culmina con la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945).

El orden político se caracteriza por la crisis de la democracia y la aparición y desarrollo de doctrinas como el nazismo y el fascismo, el desarrollo japonés y la aparición de una nueva potencia mundial: los Estados Unidos de Norte América.

El año 1917 marca el comienzo de un proceso de cambio, la Revolución Rusa, la constitución de la U.R.S.S. que es la primera sociedad organizada de acuerdo con el pensamiento marxista, el establecimiento del socialismo como sistema social y modelo estatal.

El mundo colonial se agita y las alteraciones inicialmente superficiales, no son sino el germen del levantamiento y rebelión contra el dominio colonial europeo. En el aspecto económico se viven las más complejas consecuencias de la Primera Guerra Mundial, que afectan el sistema capitalista, llegando a la crisis del año 1928 y la depresión que le sigue.

En el orden social se despierta y desarrolla la sociedad de masas, la cultura se expresa con nuevos movimientos artísticos y literarios como el cubismo y surrealismo, nace y crece un nuevo arte, que es la manifestación de los nuevos tiempos: el cine.

Las tensiones y enfrentamientos de ideológicos y los intereses de las democracias capitalistas frente a los fascismos expansionistas y los socialismos, desencadenan la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), conflicto que directa o indirectamente afecta a todas las naciones del mundo.

"Es la tremenda y gran crisis final que cierra este período" escribe un ensayista politólogo. En este período del año 14 al 45, se producen en Bolivia cambios en el orden político, económico, cultural y científico, incluído el desarrollo de la ciencia médica.

Se señaló varias veces, que del año 1914 en adelante, en el campo de la cirugía en el norte de Bolivia - La Paz - con el retorno de Daniel Bilbao Rioja, que había sido becario del gobierno boliviano en Chile para estudiar medicina y de Enrique Saint Loup Bustillo, la cirugía se robustece. Estos dos médicos fueron alumnos del profesor Sierra en Santiago, formado en Inglaterra bajo la disciplina de Lord Moynihan señero, audaz, gran conocedor de la anatomía y técnica quirúrgica.

El liberalismo cae el mes de julio de 1920, empero en la clase médica los ideales del mismo continúan firmes; la doctrina política y la sociología con Saavedra se extienden a través de Siles con un nacionalismo que años más tarde hará carne en nuestro pueblo. Es seguramente la Guerra del Chaco (1932 - 1935) que impacta a la Sociedad Boliviana quedando un recuerdo de muerte, hambre y desolación a la vez que la visión de días mejores.

Es el germen de un socialismo no claro, más tarde definido como política de necesidad de un país mediterráneo.

Considerando Bolivia "en la fase liberal se desplegó una democracia limitada, parecida a las del resto de América Latina, y se vivió estabilidad política, en un entorno de formación de un sistema embrionario de partidos políticos, con una Constitución Política del Estado, que aprobada en 1880, no se cambió hasta 1938 (...). Las modernizaciones de la época liberal incluyen la construcción de hospitales, pero la más intensa actividad se desarrolla en el campo de la educación, con la apertura de escuelas y de normales para la formación de maestros", escribe Carlos Toranzo Roca al referirse a Bolivia en una glosa sobre el Siglo XX.

Los últimos 20 o 25 años del siglo XIX son importantes para interpretar la Historia del Siglo XX en Bolivia. La explotación de la plata y el estaño marcan hitos fineseculares que enlazan y transforman la estructura política, social, económica y cultural.

El historiador René Arze Aguirre dice: "Hemos dividido su estudio -se refiere a la Historia del Siglo XX en Bolivia- en los siguientes apartados: a) Bolivia durante las eras de la plata y el estaño. Las guerras del Pacífico, Federal y del Acre, b) los liberales en el poder (1899 - 1920); c) los republicanos en vísperas del conflicto del Chaco (1921 - 1932); d) la Guerra del Chaco y sus consecuencias (1932 - 1935); e) un período de transición (1935 - 1952); g) el retorno de los regímenes militares; h) hacia la consolidación de la democracia. Reconoce que es una audacia escribir un ensayo sobre la Historia de Bolivia en 20 páginas.

Después del análisis por períodos de la Guerra del Chaco y sus consecuencias, escribe: "Con el impulso generacional de una clase media enardecida y cada vez más significativa en el país surgieron en la posguerra nuevos partidos políticos y con ellos nuevos líderes que dieron cabida a la diversidad ideológica difundida abiertamente desde entonces por varios medios.

Este convulsionado período postbélico, de resonancia particular en América Latina, tuvo como característica fundamental la alternancia en el poder de regímenes tradicionales e innovadores".

Señala Arze Aguirre que los gobiernos del socialismo militar, fueron seguidos por los de carácter nacionalista, policlasista o "reformista" y las tendencias marxistas de la clase obrera, hasta llegar a la Revolución de 1952.

En el cuarto tomo de su "Historia de Bolivia", Porfirio Diaz Machicao, escribe: "Concluyó la Guerra del Chaco -malhadada guerra que brindaba al país el más sombrío porvenir- y el ambiente político y popular de la nación comenzó a inquietarse vivamente por la suerte que esperaba a los hombres y a las instituciones.

No tardó en presentarse la interesada opinión frente a la incertidumbre (...). Empero la atmósfera cargada de tormentas como relámpagos, surcaban los ámbitos con ciertas exteriorizaciones que pugnaban por imponer la responsabilidad de la derrota tanto a civiles como a militares que habían conducido la Guerra del Chaco. Los partidos conservadores guardaban interés en que aquello fuera realidad. Por otra parte, grupos de gentes jóvenes querían, desde las trincheras, el advenimiento de una nueva conducta en la dirección del poder público. En las desmayadas tardes del Chaco o en noches largas y amenazadoras, los combatientes juraban destruir el pasado, arrebatar el mando a los grupos tradicionales y buscar para la Patria vida nueva y nueva moral".

El 22 de marzo de 1939 nace la "Concordancia" (de la unión de los Republicanos Genuino, Republicano Socialista y Liberal). La Sociedad de Cirugía de La Paz, recién nacida el 2 de febrero del mismo año estaba trabajando para tramitar su reconocimiento como una entidad científica.

El país se divide en facciones político-militar. El presidente de la Convención, doctor Renato Riverin, anunció que ya estaba formado el partido "Democrático Socialista (...). Pero al fin, el 23 de abril de 1939 se hizo aviso formal de la organización socialista que alcanzó a constituir su directorio" Formaban la directiva los siguientes ciudadanos: José Tamayo como Jefe, y secretario Gonzalo Romero; en la composición del Gran Concejo están personajes, a decir de P. Diaz M. "muy brillantes por cierto".

Reflexión Necesaria

La Historia es una ciencia, el conocimiento histórico se alcanza a distintos niveles, por la investigación, por el estudio y la enseñanza.

En el plano teórico de concepción histórica se incluyen la investigación de las fuerzas históricas profundas, la relación causa-efecto en la perspectiva del proceso histórico de las estructuras: economía, sociedad, cultura política y ciencia. En lo práctico, es necesaria la introducción de sistemas, material y métodos adecuados, más racionales que el simple discurso teórico o la pregunta rutinaria.

El documento histórico, es el camino para restituir el hecho histórico. La voz griega historia, en su sentido profundo es "investigación", "averiguación", "búsqueda".

Para reescribir la Historia de la Sociedad de Cirugía de La Paz, disponemos de documentos; dispersos unos, olvidados o preteridos otros, pero que gracias a la información escrita y oral que disponemos, se hace posible el relato, la anécdota, la tradición.

En su "Historia de la Medicina en Bolivia", Juan Manuel Balcazar dice "Al advenimiento del siglo XX, la Medicina en Bolivia ingresaba a un período de verdadero florecimiento. No sólo la esperanza de mejores días -sino la euforia consiguiente a la llegada del nuevo siglo, habían marcado el año 1900 como el inicial de una completa transformación en el país. Era preciso comenzar bien la nueva etapa de la vida republicana, olvidar los incidentes luctuosos del pasado, cubrir con un velo los errores y excesos; dejar que la historia recoja en sus páginas los sucesos de gloria y de dolor, las miserias y los éxitos".

Antecedentes de la Fundación de la Sociedad de Cirugía de La Paz

R. Costa Arduz en Apuntes del Director -Crónica Aguda- evidencia que: "Uno de los acontecimientos médicos científicos más importantes del país en los últimos tiempos, es sin duda el que se realiza en estos días en nuestra ciudad (La Paz), y que ha convocado a los cirujanos de todo el país alrededor del Congreso Boliviano de Cirugía, en conmemoración a los cincuenta años de vida de la Sociedad de Cirugía". Hasta aquí el apunte del Director de dicha revista de alta cultura médica, que abrió surcos de investigación y de culto al pasado médico e impulso la necesidad de elevar el concepto de responsabilidad en la investigación.

Tenía razón Costa Arduz; no se puede separar en forma tajante lo que fue inicialmente la Sociedad de Cirugía de La Paz, de la Sociedad Boliviana de Cirugía, ya que esta es la continuación o la prolongación de aquella primera. Es la misma responsabilidad, es la energía de los cirujanos que hacen historia, son los mismos personajes, ya no de La Paz, sino de todo el país.

Existe un marco conceptual en relación cronológica, de tiempo y espacio. Los miembros de esta histórica Sociedad están conscientes que el camino recorrido ya es historia.

El autor del presente trabajo se preocupó en diversas oportunidades, y a tiempo aportamos con el escrito, también en la comunicación verbal.

Así en Prensa Médica en el número 3 de esta prestigiosa revista médica de circulación nacional publicamos "En torno a la Fundación de la Sociedad Boliviana de Cirugía", año 1966. (Fig. 1)

Artículo para poner de relieve antecedentes de la Sociedad, fechas y personas.

En el VIII Congreso Nacional de la Sociedad de Cirugía -Santa Cruz de la Sierra- "Apuntes para la Historia de la Sociedad Boliviana de Cirugía". 1969.

En los Congresos IX de la Sociedad Boliviana de Cirugía. I Congreso Nacional del Colegio Internacional de Cirujanos. Sección Bolivia y Congreso Extraordinario de la Sociedad Boliviana de Ortopedia y Traumatología, hicimos conocer y entregamos a todos los asistentes una publicación, un opúsculo: "Historia de la Sociedad Boliviana de Cirugía" 1973 (Fig. 2), siendo la primera en que se divulgaba el "Acta de Fundación" y unos apuntes sobre socios que se habían distinguido en el ejercicio de la profesión médica.

El eminente historiador y cronista Moisés Alcazar publicó en El Diario un jugoso comentario; como se sabe el señor Alcazar era miembro de la Academia Boliviana de la Historia y Académico de la Academia Boliviana de la Lengua.

Transcribimos el comentario:

"UN LIBRO JUSTICIERO"

"El prestigioso médico boliviano, doctor Walter Arteaga Cabrera ha publicado un opúsculo titulado "Historia de la Sociedad Boliviana de Cirugía". Un trabajo breve que, dentro de su concisión, realiza obra de justicia y reconocimiento a los maestros que dejaron a su paso por la vida, en ejercicio del noble apostolado, su esfuerzo apasionado para servir a la humanidad doliente y para enaltecer una de las profesiones más dignas de respeto y gratitud.

En pocas páginas se condensa la emoción y el reconocimiento de este joven y brillante profesional para sus maestros y los viejos galenos que contribuyeron a dignificar la profesión. Con ello realiza una obra de justicia y valoración al mérito y la consagración, que pocas veces se reconoce en nuestro medio indiferente y a veces mezquino. El propósito del autor se entreve al considerar que no siempre la justicia fue la reguladora de las acciones de los hombres, porque las arrogancias de la juventud suelen disminuir y hasta ignorar méritos de las generaciones pasadas y contribuyentes al prestigio de la medicina y de la ciencia en general.


Es la obra una síntesis de todo cuanto realizaron los médicos en la guerra y la paz.

Un reconocimiento a los maestros de promociones anteriores, cuyos nombres, si no olvidados, pasan inadvertidos en el tráfago de las impaciencias contemporáneas.

Por ello, por la nobleza del propósito y la justa valoración de los viejos maestros de la medicina boliviana, por la forma documentada y amena del análisis, es una obra de reparación" La Paz, domingo 12 de mayo de 1974. EL DIARIO (Fig. 3).

La Sociedad había cumplido sus Bodas de Plata el 2 de febrero de 1964. Con motivo de ese magno acontecimiento escribimos "Apostillas en Torno a la Fundación de la Sociedad Boliviana de Cirugía". La referencia en aquella oportunidad estaba centrada en el período postbelico Boliviano-Paraguayo, mostrando al país abrumado por necesidades socio-económicas, y el período de reordenamiento en el campo médico, con una sanidad militar incipiente formada en los campos de batalla de la Guerra del Chaco, abría surcos nuevos en la concepción de la medicina militar. Cirujanos y auxiliares médicos resolviendo estos problemas, rinden sus exámenes de grado, escriben y leen sus tesis de doctorado.

Eran 25 años de trabajo en servicio de la Sociedad y nosotros volvimos sobre el tema recordando el solemne Acto de Fundación, con la presencia del doctor Alfredo Mollinedo, Ministro de Higiene y Salubridad y del Decano de la Facultad de Medicina doctor Ernesto Navarre, probo historiador de la Medicina y del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad Mayor de San Andrés, hombre culto y humanista en la concepción de la Medicina. Aludimos al doctor Abelardo Ibañez Benavente y al doctor Enrique Berrios formado en París, y que con su proverbial modestia no sólo era un grande profesor sino un modelo de responsabilidad y sabiduría.

Para festejar las "Bodas de Oro" de la Sociedad Boliviana de Cirugía, Crónica Aguda

Tribuna de Cultura Médica- semanario de circulación nacional, en fecha 29 de marzo de 1989 dedicó, enteramente el número a la Sociedad Boliviana de Cirugía, insertando la "HISTORIA DE LA SOCIEDAD BOLIVIANA DE CIRUGIA", reedición corregida del 25 de noviembre de 1973, (Fig. 4) con una nota aclaratoria del Director de Crónica Aguda R. Costa Arduz, quien escribía: "En homenaje a las "Bodas de Oro" de la Sociedad Boliviana de Cirugía reproducimos el trabajo del Doctor Walter Arteaga Cabrera. En un esfuerzo editorial, "Crónica Aguda" ha logrado reunir la imagen de 48 de los 49 fundadores de la Sociedad y que históricamente corresponde al 2 de febrero de 1939. Luego de un intenso trabajo ha sido posible obtener fotografías de la época.

Lamentablemente no hemos podido obtener la fotografía del doctor Renato Riverin, el gran ausente de esta edición. Razones técnicas han impedido así mismo ofrecer una continuidad de la foliación, aunque en conjunto, el número tiene total dedicación a este importante aniversario".

Antecedentes Próximos de la Fundación

Era necesario establecer que el conocimiento de la historia de la Sociedad no se prescindió; ahora aclaremos los antecedentes próximos, porque los que median después del cese de hostilidades de la Guerra del Chaco ya fueron analizados en la Introducción.

En el libro de Actas de la Sociedad de Cirugía de La Paz, en la página 2 se lee: "Resumen de las reuniones preliminares de los cirujanos de la localidad para llevar a cabo la fundación de la "Sociedad de Cirugía de La Paz".

Convocados los cirujanos de la localidad a conversaciones previas y asentar las bases de la fundación de la "Sociedad de Cirugía de La Paz", llegóse a concretar la aspiración unánime de reunir bajo esta agrupación a todos los cirujanos y médicos simpatizantes de la actividad quirúrgica, con fines científicos, culturales y, de camaradería y se arribó a los siguientes acuerdos:


1º Darle el nombre de "Sociedad de Cirugía de La Paz", a esta institución.

2º Inaugurar las funciones de la Sociedad, por medio de un acto solemne, organizado al efecto en la Universidad.

3º Mientras se faccionen los Estatutos y Reglamentos, se estableció que la Directiva estaría formada por Presidente de carácter rotatorio, para cada sesión y dos secretarios generales que se renovarán cada 6 meses y que se encomienda a los doctores Roberto Suarez y Filiberto Oviedo.

4º Se nombra una Comisión compuesta por los doctores, Ibañez, Navarre, Siles y Debbe, junto con los dos secretarios con poderes amplios, para organizar el acto inaugural de la Sociedad y confeccionar un proyecto de Estatutos y Reglamento Interno para ser estudiados y aprobados en Asamblea General.

Esta Comisión de la cual hizo renuncia el Dr. Ernesto Navarre, reunida en varias oportunidades fijó la fecha y faccionó el programa para la sesión inaugural, en la forma que consta en las invitaciones que se imprimieron a propósito y que aparece en el archivo. En espera de los Estatutos de las Sociedades de Cirugía de Buenos Aires y Santiago, no se ha podido presentar todavía el proyecto de Reglamento que deberá elevarse a breve plazo, en una próxima sesión.

5º Se recaudó la cuota voluntaria entre todos los asistentes a la primera reunión preparatoria, que sumó a Bs. 136 y que fue invertida en gastos de urgencia, según consta en el primer balance del "Libro de Cuentas de la Sociedad". Se fijó el día 2 de febrero de 1939 para la realización de la Sesión Inaugural" Firman Oviedo - Suárez.

De la Fundación de la Sociedad de Cirugía de La Paz

Esta es el ACTA DE LA SESION INAUGURAL DEL DIA JUEVES 2 DE FEBRERO DE 1939.

"En el Salón de Actos de la Universidad Mayor de "San Andrés" reunidos los miembros de la SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ, en sesión solemne, bajo la presidencia del Dr. Abelardo Ibañez Benavente y los Secretarios Generales Drs. Roberto Suárez Morales y Filiberto Oviedo Rodas con la presencia de los invitados de honor: el señor Ministro de Higiene y Salubridad Dr. Alfredo Mollinedo, el Decano de la Facultad de Medicina Dr. Ernesto Navarre y la concurrencia en la sala, del cuerpo médico de La Paz, se instaló el acto a horas 19 con la asistencia de los socios fundadores doctores: Enrique Berrios, Enrique Hertzog, Claudio Calderón Mendoza, Genaro Siles, Jenaro Mariaca, Luís Landa, Rodolfo Rada, Rufino Saldaña, Jorge R. Delgadillo, Guillermo Debbe, Teodoro Von Borries, Armando Aparicio, Nicanor Oblitas, Ricardo Córdova Coré, Edmundo Ariñez, Antonio Pizarro, Daniel Ballón, Damian Irusta, Daniel Paz, Enrique Pérez Porcel, Luís A. Nava, Donato Gamarra, Carlos Rivera Torrez, Julio Aramayo, Ernesto Guarachi, Alejandro Tellez, Luís A. Gallardo, Adelio del Pozo, José Knaudt, Ulpiano Ayo. Excusan su concurrencia: Renato Riverin, Enrique Loup, Juan Farah, Luís Mealla, Gregorio Mendoza.

Conforme al programa preparado, después de instalarse el acto el Dr. Abelardo Ibañez Benavente dio lectura a su discurso inaugural, aplausos (texto en archivo).

La presidencia concedió la palabra al Dr. Enrique Berrios que desarrolló el tema de su trabajo titulado "Causserie Quirúrgica". Aplausos (Texto en archivo).

Seguidamente ocupó la tribuna el Dr. Enrique Hertzog que se ocupó de "La utilización de las aguas de Urmiri y ensayo de clasificación de sus diversas variedades". Aplausos (texto en archivo).

Clausuró el acto el señor Ministro de Higiene y Salubridad, en su calidad de Secretario de Estado (relación en archivo).

Luego se procedió a la firma del Acta de Fundación de la Sociedad por todos los concurrentes y que figuran en el folio 1 del presente libro.

A moción del socio Dr. Rodolfo Rada se aprobó por unanimidad el nombramiento de los doctores Daniel Bilbao Rioja y Felix Veintemillas, como "Socios Corresponsales" por encontrarse éstos ausentes en el exterior.

Clausurada la sesión a horas 20:30, los socios asistieron a la "Cena de Camaradería" que se sirvió en los Salones del Club Tenis ofreciendo la manifestación el Dr. Claudio Calderón Mendoza. Aplausos (texto en archivo) Drs. R. Suarez - Secretario General, Oviedo, Secretario General.

LA LISTA DE LOS SOCIOS FUNDADORES que figuran en el Libro de Actas en las páginas 1 y 2 son:

Achá Eduardo, Antezana Estrada José, Aparicio Armando, Aramayo Natalio, Ariñez Edmundo, Ayo Ulpiano, Ballón Daniel, Berrios Enrique, Bilbao Rioja Daniel, Boehme Bruno, Calderón Mendoza Claudio, Campero Eduardo, Córdova Coré Ricardo, Debbe Guillermo, Delgadillo Jorge René, Farah Juan, Gallardo Luís, Gamarra Donato, Gómez Valentín, Guarachi Ernesto, Hertzog Enrique, Ibañez Benavente Abelardo, Irusta Damián, Knudt José, Landa Lyon Luis, Loup Enrique St., Mariaca Jenaro, Mealla Luis, Mejía Florentino, Mendoza Catacora Gregorio, Nava Luis A., Navarre Ernesto, Oblitas Vargas Nicanor, Oviedo Rodas Filiberto, Paz Daniel, Pérez Pórcel Enrique, Pizarro Gómez Antonio, Pozo Adelio del, Quiroga Alfredo, Rada Rodolfo, Riverín Donato, Rivero Torres Carlos, Saldaña Rufino, Siles Genaro, Suáres Morales Roberto, Téllez Alejandro, Valda Arana Roberto, Veintemillas Felix, Von Borries Teodoro.

En las páginas 1 y 2 se leen nombres, firmas y rúbricas; en la página 2 el resumen de las sesiones anteriores, con fecha 28 de diciembre de 1938; la nómina de los asistentes que firman, 39 socios y un nombre sin firma que corresponde al doctor Daniel Bilbao Rioja que se encontraba en el exterior, que hacen 40 que firman y rubrican el Acta de Fundación (Fig. 5, 6).

Apuntamos en estas glosas, el Discurso Inaugural leído por el presidente doctor Abelardo Ibañez Benavente:

"Señores: En ocasión tan solemne como la presente, en la cual se funda por primera vez en Bolivia, una Sociedad de Cirugía, los profesionales que nos dedicamos a la práctica de la ciencia y del arte quirúrgicos, no podemos menos que celebrar este acontecimiento tan grande para el desarrollo siempre creciente de la Cirugía Boliviana. Los esfuerzos aislados que desarrollábamos todos los cirujanos de éste país por fin se aúnan; y en medio de una camaradería que ha tardado mucho tiempo en desarrollarse, esos esfuerzos convergerán de hoy en adelante, hacia un efectivo progreso de la cirugía nacional. En efecto mis queridos colegas, el cambio constante de ideas en el seno de una sociedad científica, jamás puede caer en el vacío en que caen los actos inútiles de la vida; al contrario, conoceremos los nuevos métodos y las técnicas que constantemente van innovando el siempre fecundo campo del modus operandi; conoceremos los casos raros que con frecuencia se presentan entre el discernimiento y ante la rápida decisión que forman parte del alma y del carácter del cirujano moderno, y en discusiones científicas y amigables estudiaremos muchos de los problemas de cuya resolución depende muchas veces la salud y aún la vida misma de nuestros pacientes.

La cirugía boliviana desgraciadamente, no tiene una larga historia, ni tiene tampoco un pasado fecundo del cual pueda enorgullecerse; no existe entre nosotros una tradición quirúrgica luminosa cuya estela debemos seguir los cirujanos de Bolivia. Sin embargo en ésta verdad que nos duele, debemos recordar en éste acto de tan grande significación para nosotros, que la moderna cirugía boliviana ha nacido a la sombra de tres nombres cuyo recuerdo vivirá siempre en nosotros; esos son los de los eminentes cirujanos Claudio Sanjinés, Luis Guarachi y Manuel Cuella; Sanjines y Guarachi en La Paz y Cuellar en Sucre, fueron, los que a principios de éste siglo, inauguraron una nueva era para la cirugía nuestra. Ellos fueron, en realidad, los que imbuyeron en nuestro medio, los principios de la asepsia moderna y por mucho que el campo de las operaciones que ellos practicaban no hubiera sido tan extenso como debiera haber sido, ellos, han dejado una verdadera escuela de trabajo y han tenido discípulos que han seguido de cerca sus enseñanzas y que han sacado a la cirugía boliviana de los senderos rutinarios y anticientíficos del pasado.


No me ha sido posible conocer el trabajo de Guarachi ni el de Cuellar, pero algo puedo decir de las condiciones de verdadero cirujano que tenía Sanjines. Hombre de inteligencia esclarecida, médico de gran experiencia, era un clínico eminente, cuyos consejos siempre escuchábamos con el respeto que se concede a un criterio sano y bien fundado. Cirujano de verdad, era de rápida decisión en el acto operatorio y de técnica cuidadosa y concienzuda; su nombre llena de por sí solo los primeros veinte años de la cirugía paceña de éste nuestro siglo. Por desgracia, el morbo de la política, que tan frecuentemente muerde en la mentalidad de los médicos de nuestro continente y cuyo canto de sirena ha desviado tantos eminentes médicos del exclusivo cultivo de la profesión que debe ser nuestro lema invariable, mordió también la patriota alma de Sanjinés y con dolor lo vimos alejarse de la Sala de operaciones, jasta que su temprana muerte cortó una cerrera brillante, alumbrada siempre por el sol de una honradez profesional sin tacha. No sería justo en éstos momentos dejar de mencionar el gran papel que ha desempeñado la cirugía nacional durante el desarrollo de la desgraciada Guerra del Chaco. Fuimos a la guerra con un máximo de diez cirujanos que pudieran llevar honradamente el nombre de tales; las necesidades de la vida nacional no había impuesto más que ese reducido número en toda la extensión de nuestro territorio. Pero las urgentes exigencias de la campaña, impusieron por la fuerza que trae ese desastre colectivo que se llama guerra, la especialización en el arte quirúrgico de toda una falange de jóvenes médicos que tuvieron que improvisarse cirujanos y tuvieron que aprender junto al fragor de los combates y ante el dolor de los heridos, los principios de una cirugía tan llena de dificultades, tan distante en conceptos y en resoluciones fulminantes como es la cirugía de guerra. Habíamos propuesto antes de esa campaña cruel, en varias ocasiones, la instalación de cursos de cirugía de guerra que prepararan siquiera someramente, el mayor número posible de jóvenes médicos para una tarea que jamás deberá ser improvisada, pero nunca pudimos obtener las facilidades para ello, de aquellos que nunca han dado importancia al rol formidable que debe desempeñar una Sanidad bien organizada en el curso de una guerra. Y así señores, de error en error, sin conceptos definidos sobre lo que tenían que hacer, se improvisaron numerosos jóvenes cirujanos que terminaron por crear una técnica propia y ayudaron al país en armas, a salvar muchas vidas, a abreviar muchos padecimientos y al retorno de muchos hombres salvados por ellos, a los campos de batalla. La labor realizada por ellos, pobre al principio, fue creciendo en importancia y merece ser recordada por todos los bolivianos, con un sentimiento de gratitud que está lejos aún hoy del alma nacional, pero que algún día ha de imponerse. El cirujano anónimo de la Guerra del Chaco, que trabajaba con malos y escasos elementos, muchas veces en lucha abierta contra aquellos mismos que debían ayudarlo, en medio de las inclemencias de ese desierto hostil e inhospitalario, merece nuestra veneración y el recuerdo grato de todo el pueblo boliviano y aquellos cirujanos que rindieron su vida en el puesto del sacrificio debieran ser inscritos entre los mártires de la ciencia y de la nacionalidad. Nombres como los de Calderón, Orihuela, Chávez y muchos otros más, sean grabados con letras de oro en el recordatorio de nuestra Sociedad. La Guerra del Chaco no solamente fue la ocasión para la formación de tantos jóvenes cirujanos que hoy forman parte de la activa legión que en la vida civil sigue desarrollando su tarea de humanidad, curación y consuelo; ella formó también en el país, en la retaguardia que sufría con dolor de tantos hombres heridos y tantos mutilados que nos dejó la campaña, muchos centros quirúrgicos donde nació una verdadera ciencia quirúrgica nacional. Resurgieron muchos hospitales antiguos al conjuro del momento trágico y ante la avalancha incontenible de heridos y mutilados, nacieron nuevos centros de curación y de readaptación, que jamás habríamos conocido en Bolivia si no se hubiera desencadenado sobre este país el espectro espantoso de la guerra. Así nació el Hospital del Banco Central de Bolivia, que ha sido nuestro orgullo, centro de cirugía reparadora y readaptación, cuyo nombre fue citado con cierto sentimiento de admiración por todos los que visitaron y hasta documentos oficiales por los Comisionados de la Cruz Roja Internacional de Ginebra. Señores: Grato es para mí, declarar que la iniciativa lanzada para formar ésta sociedad, ha encontrado la más amplia acogida entre todos los cirujanos de La Paz, quienes, olvidando antiguas diferencias, se unen hoy para hacer obra de solidaridad científica. Grande honor es para mi el haber sido designado por ellos, para inaugurar las labores de la Sociedad de Cirugía y respondiendo a tal honor, no hago más que formular fervientes votos para que esa unión se haga cada vez más estrecha y trabajemos todos con fe y con tesón, para levantar en un esfuerzo común y generoso, los prestigios de la Cirugía Boliviana".

Como apuntábamos en el trabajo sobre "Desarrollo de la Biología en Bolivia. Años 1925 - 1950", se produce un cambio notable en la medicina de nuestro país": primero por la influencia en el campo de la salud pública a través de los Servicios Cooperativos, en este caso el de Salud Pública, que mejoraron los planes de saneamiento ambiental, y se erradicaba el paludismo, el estudio de la enfermedad de Chagas, (...) el aporte de la cirugía de post guerra es muy valioso por que del cirujano general de formación integral se van desprendiendo las especialidades y los especialistas".

Correspondió al doctor Enrique Berríos leer su discurso y se expresó en "Causserie quirúrgica" así: "La etimología de la palabra cirujano proviene del griego Cheirourgos cuyo significado podría traducirse, por maniobra, término vago, aplicable no solo al médico que curaba por procedimientos terapéuticos manuales, sino a cualquier otro trabajo como cortar, coser, construir, etc. Paulatinamente, el uso de este término se restringió, limitándolo al concepto actual, por el que se significa la aplicación de procedimientos operatorios especiales, a la terapéutica de las enfermedades. La obra quirúrgica, no puede ser comparada a un simple oficio como el de mecánico, ebanista o sastre; ni el cuerpo humano a la materia prima que utilizan estos obreros para sus trabajos; en efecto, la materia utilizada por el cirujano no es equiparable a la materia inerte de los obreros ya que se trata de una unidad biológica, que palpita, que vive y que reacciona aún después del acto operatorio, de una materia cuyos elementos constitutivos no se pueden reemplazar, ni cambiar, ni extirpar impunemente. Cada parcela humana, si se nos permite usar este término para formar parte de la unidad biológica, que constituye el ser, debe estar relacionada al resto del organismo, por un sistema circulatorio, nervioso y osmótico que asegure su vitalidad que hasta hoy solo puede ser obra de la naturaleza. Continuaba de este modo: El progreso quirúrgico de la segunda mitad del siglo XIX y el de la época actual ha sido tan considerable, que hoy con justa razón se habla, no ya, de Cirugía General, sino de Cirugía Especializada: de la cabeza al abdomen, de la pelvis, del tórax, cirugía osea, nerviosa y hasta plástica, que van individualizándose más y más dentro de la práctica quirúrgica. Después de preguntarse cuáles son los factores para alcanzar este grado de perfeccionamiento, responde que son el diagnóstico quirúrgico y la oportunidad operatoria, el medio quirúrgico y por último la educación quirúrgica, para finalmente concluir con la rapidez operatoria y la energía operaria que muchas veces depende del estado anímico que lo han sentido alguna vez hasta los mejores cirujanos, me refiero al Pánico Operatorio que se traduce en la derrota quirúrgica que conduce a los peores desastres quirúrgicos".

El doctor Berrios - meditativo, sereno hasta en el desafio quirúrgico, hombre de bien, de vida austera, catedrático insigne, muy querido de sus alumnos, algunos junto al maestro hasta su viaje a Madrid y manteniendo con legítimo orgullo lo que el maestro sembró en sus corazones y en sus mentes, nació el 14 de octubre de 1894 en la ciudad de Potosí.

Sus estudios superiores los hizo en las Universidades de Sucre y La Paz y su tesis versa sobre "La Peritonitis", leída ante el tribunal universitario de la Universidad Mayor de San Andrés de la que, años más tarde, fuera profesor de Ginecología. Estudios en París, como becario de la Sanidad Militar, Decano de la Facultad de Medicina; Director de la Sanidad Militar. Director del Departamento Nacional de Higiene y Salubridad y Ministro de Trabajo, Previsión Social y Salubridad durante el gobierno del Coronel Germán Busch. Empero por encima de los cargos que desempeñó con sabiduría, energía y honestidad, estaba el hombre, el cirujano y la modestia que caracteriza al científico.

Las palabras de clausura en la Sesión de Honor de la Fundación de la Sociedad de Cirugía de La Paz, fueron dichas por el doctor Alfredo Mollinedo en su carácter de Ministro de Higiene y Salubridad: "Más satisfactorio habría sido para mí, asistir a ésta reunión en mi calidad de colega vuestro, pero mis actividades del momento, hacen que me dirija a Uds. como Ministro de Estado. Me es grato apreciar este brillante núcleo de cirujanos que se agrupan con fines culturales, científicos y de colaboración mutua.

(...) En nuestro ambiente queda mucho aún por hacer en el aspecto sanitario del país. Fácil es criticar cuando no se está en el sitio de las responsabilidades. Es tal el cúmulo de necesidades que nos toca confrontar, que ruego a Uds. ser benevolentes con la obra que realiza la cartera de Higiene y Salubridad.(...)

Quiero agradecer el hecho de haber sido especialmente invitado a este solemne Acto y manifestarles la deferencia que para mí significa este honor".

Alfredo Mollinedo, nacido en La Paz, hizo estudios en la Universidad de Filadelfia. De retorno al país fue Jefe Médico del Ferrocarril Antofagasta La Paz - The Bolivian Railway-; su actividad la dedicó a dirigir diversos aspectos del deporte, principalmente el foot-ball, su figura era muy popular en los círculos allegados a la actividad muscular. Director de la Sanidad Departamental, Médico Asesor y Fundador del Departamento Nacional del Trabajo (entre los años 1922 a 1924). Había de seguir el camino de ver su patria mejorada, para caer en el pozo de la política; fue Diputado Nacional por La Paz, en las Legislaturas de los años, 1932; 1933; 1938; 39 al 1942. Ministro de Higiene y Salubridad en los gabinetes del Teniente Coronel Germán Busch y del General Carlos Quintanilla en los años 1937 y 1939 respectivamente. Desempeñó el cargo de Presidente de la Asociación de foot-ball 17 años consecutivos. Miembro corresponsal de la Unión Sanitaria Panamericana. Exiliado a la Argentina, vivió algunos años en Buenos Aires para retornar al país. Falleció el año 1973 en la ciudad de La Paz.

Una vez concluido el Acto de Fundación, los socios e invitados especiales se trasladaron al Tenis Club, doscientos o poco más de metros de la Universidad, sito en la Avenida Arce, donde el doctor Claudio Calderón Mendoza ofrecía la cena de camaradería.

Este es el discurso que leyó el doctor C. Calderón Mendoza:

Señores: Es altamente satisfactorio para mí, tener el honor de dirigiros la palabra en esta manifestación, que ha congregado alrededor de una mesa a profesores de nuestra Escuela de Medicina y a cirujanos ya coronados por el prestigio de su larga actuación profesional, en cordial entrevero de camaradería con jóvenes cirujanos; manifestación que tiene por objeto festejar un acto de gran significación moral, cual ha sido la sesión inaugural de la Sociedad de Cirugía que acabamos de llevar a efecto. Nuestra vida profesional y universitaria se desenvuelve con la misma simplicidad e incipiencia de nuestra vida democrática. Ella no registra entre sus hábitos, las usanzas de solemnes actos académicos, ni los tradicionales ritos de las actuaciones diversas de las universidades y escuelas europeas, ritos y usanzas de ceremoniales fastuosos, que sirven para estimular el amor al estudio y a la experimentación. Dentro de esta manera de desenvolvimiento de nuestras actividades en un ambiente profesional de aislamiento, donde no se tiene la costumbre del intercambio del pensar, ni mucho menos, de mantener justas intelectuales donde se demuestra la aptitud científica, el espíritu de investigación, el fruto de la experiencia, en una palabra, cuando se ha olvidado que las nobles lides de la mente conducen a la selección espiritual en un ideal de perfeccionamiento, es pues un acto trascendental, que significa un despertar a esa noble emulación, el haberse organizado en Sociedad científica, de mutua colaboración, de cordial acercamiento, de estímulo y ayuda, guiados solamente por el deseo de superación dentro de esta rama de la medicina que constituye la vastísima especialidad de la cirugía. La Sociedad de Cirugía se ha inaugurado hoy auspiciada por las actividades y el entusiasmo de cirujanos que con el ímpetu e inquietud de su edad juvenil, acometen henchidos de coraje, rompiendo lanzas contra la rutina incipiente para encaminar y conducir la especialización profesional por las líneas avanzadas del progreso científico; noble tarea en la que los cirujanos ya experimentados tenemos el deber de cooperar e intervenir poniendo de nuestra parte las enseñanzas, fruto del estudio perseverado y paciente y de la experiencia acumulada en largos años de vida profesional y docente. Corriente impetuosa aquella que ostenta la juventud en pos del porvenir triunfal ansiado; melancólico atardecer, pero aún lleno de energía el de los otros, que con la vista vuelta al pasado no lejano, se deleita con las conquistas realizadas, con el orgullo y la satisfacción de haber transmitido, siquiera imperfectamente, sus conocimientos y sobre todo su apariencia a la juventud ansiosa. De la fusión de ambas fuerzas, surgirá, estoy seguro, el desarrollo y progreso de la Sociedad que acaba de inaugurarse. En estos momentos en los qué, después del ceremonial solemne de la inauguración de la Sociedad de Cirugía, nos encontramos, se puede decir, en un ambiente familiar, he de agotar los límites de vuestra benevolente atención, para invitaros a no desfallecer en la obras de carácter eminentemente cultural que acabáis de iniciar y cuyos éxitos y aspiraciones satisfechas, se deberán sola y exclusivamente al esfuerzo personal de sus componentes y a su selección por obra del estudio.

Porque no olvidemos, ni dejemos de reconocer que en lo que se refiere a nuestras Escuelas de Medicina es norma habitual la tolerancia y la benevolencia extremadas en la preparación exigida al alumno, lo que necesariamente vulnera la finalidad de los programas mejor orientados y perjudicará a la necesaria selección de la materia prima de que se ha de amasar al profesional médico, lanzando sobre la sociedad uno que otro elemento que ha podido pasar por el filtro débil de los exámenes insuficientemente preparado científica y moralmente, para llegar al sitial de dignidad, de amor al estudio y a la humanidad que es lo que en el fondo significa el más noble apostolado, el de la profesión médica.

No dejemos de reconocer tampoco, que la misma deficiente tamización se produce en lo que se refiere a las pruebas exigibles a los elementos bastante numerosos de profesionales o seudoprofesionales que vienen al país y obtienen, más que por su preparación y competencia por complacencia exagerada o por influencias extrañas, la autorización de ejercer en libre competencia con los verdaderos y lo que es más grave aún, con la más nula cooperación al progreso del país. No dejemos tampoco de aceptar como verdad dolorosa, que nuestro ambiente ya poco propicio a la alta especulación científica y que nos falta, haciendo por cierto, muy dignas y honrosas excepciones, ese espíritu de investigación y de estudio disciplinado hasta la abnegación y el sacrificio, que es la incubadora obligada de donde salieron los sabios del mundo. En estos tiempos en que se siente palpitar una ola renovadora de todos los valores que constituían los fundamentos de la organización social, corresponde a los médicos cooperar a esta renovación, con todas las fuerzas de su robusta intelectualidad, para llevar en la vanguardia de la renovación avazalladora los progresos de la medicina en nuestro país. Nuestra incipiente nacionalidad, siempre subordinada y sometida en todas las actividades a los vaivenes de nuestra turbulenta vida democrática, ha arrastrado en sus borrascas la vida cultural y científica de sus hombres, sin dejar que estabilicen sus investigaciones que solo pueden desarrollarse y llegar a su alta finalidad dentro de un medio adecuado, cual es la paz y la tranquilidad democráticas. Es por todas las razones y motivos enunciados, que yo doy tanta y tan elevada significación a la inauguración de nuestra sociedad de Cirugía, y porque entiendo que tal hecho representa un paso más hacia la vida cultural profesional, porque comprendo, que es un esfuerzo más en pos del perfeccionamiento, dentro de un ambiente de cordialidad y confraternidad, que serán y deberán ser norma de la Sociedad de Cirugía y porque para el que os habla muy particularmente, es una tentativa más, entre las muchas en que ha tomado parte, en busca de la elevación cultural de la profesión, sin desfallecimientos ni desesperanzas y siempre con profunda fe y seguridad en el porvenir. Señores brindo por el más brillante éxito de la Sociedad de Cirugía de La Paz".

Con la cena de camaradería concluyó el día, tan esperado de febrero de 1939. Hasta el día de hoy las palabras del doctor Calderón Mendoza son de actualidad; estamos en las mismas condiciones que señalaba con tanta sinceridad, era su gran experiencia en la cirugía, sus viajes y el sentido patriótico con que desempeñaba las funciones que le asignaban. De los apuntes de R. Costa A. transcribimos la brevísima biografía: "nació en la ciudad de Sucre el 8 de septiembre de 1882. Efectuó estudios de medicina en Buenos Aires donde recibió el título en 1909. Con posterioridad realizó estudios de perfeccionamiento en Europa aprovechando su condición de diplomático. Fue Cónsul General en Hamburgo. Sostuvo una excelente relación como miembro del Colegio Internacional de Cirujanos. En oportunidad de la Guerra del Chaco, hallándose en Buenos Aires organizó brigadas de apoyo y al trasladarse al frente de batalla se le encargó la dirección del Hospital de Villamontes. Al trasladarse luego a La Paz, fue uno de los impulsores del Hospital del Banco Central, su actuación y puesta en funcionamiento del Hospital Obrero de La Paz. Fue Prefecto de Oruro. Falleció el mes de septiembre de 1964".

Agregaríamos unas líneas, su vida era apasionante, con todas las angustias e inquietudes del que deseando servir, no logra a veces tanta satisfacción, por que factores extraños suelen obstaculizar y destruir aquello que quiso realizar o viendo su obra realizada fue olvidado.

El doctor Enrique Hertzog, que en la sesión inaugural leyó un trabajo, nació en la ciudad de La Paz, el 10 de noviembre de 1897, sus estudios de secundaria los realizó en el Colegio San Calixto; talento singular, carácter firme en sus decisiones y suave en las manifestaciones exteriores. Bachiller en Ciencias y Letras en el año 1916, cuando había que rendir el examen de Bachillerato y el postulante tenía que adquirir el programa de exámenes que de ya era frondoso y difícil. Ingresó a la Facultad de Medicina después de cursar los años reglamentarios; presentó su tesis, para optar el título de Doctor en Medicina: "Contribución a la Cirugía del Pericardio", tesis dedicada a Abelardo Ibañez Benavente, Belisario Diaz Romero y Francisco Cernadas. La Paz 15 de Junio de 1923. J.D. Tapia Decano. Universidad Mayor de San Andrés. Escuela tipográfica Salesiana La Paz. Trabajo, seguramente el primero de investigación, por la metodología empleada por el postulante y además por ser novedosa para ese tiempo. Cirujano del Regimiento Loa y médico interno del Hospital Militar. Especializado en París, Hospital Militar Val de Grace, hospital al que años más tarde asistió otro miembro de la Sociedad de Cirugía de La Paz, el doctor Enrique Berrios. Catedrático de Anatomía Topográfica y Técnica Quirúrgica, razón para que el pabellón de Anatomía Topográfica lleve su nombre, placa que ya no se la ve. En lugar del antiguo pabellón de anatomías se construyó el edificio donde hoy funciona la Facultad de Medicina. Prefecto del Departamento de La Paz en 1931. Ministro de Educación en 1933, Ministro de la Guerra en el mismo año. Desgraciadamente la labor de indisciplina y rebeldía, por bastardas ambiciones, que crecía en el ejército, enervaba toda acción que tendía al triunfo de la causa boliviana. No pudo trabajar como era su deseo. Inspector General de la Sanidad Militar con el grado de Coronel. Médico del Regimiento Pérez, posteriormente en el sector de Villamontes. En el año 1935 Ministro del Trabajo, Salubridad y Previsión Social, hasta el 20 de diciembre de 1943. Elegido Presidente de la República el día 10 de marzo de 1947. Primer médico que asume la presidencia por voto democrático. Ejerció la presidencia dos años y siete meses, 24 de octubre de 1949. Embajador de Bolivia en España, fallece en Buenos Aires el 31 de julio de 1981.

En las sesiones preparatorias se advertía el espíritu de progreso y deseo ferviente de ver plasmada la Sociedad de Cirugía de La Paz. Eran Filiberto Oviedo Rodas y Roberto Suarez Morales, en la actividad de Secretarios Generales, quienes manejaban la parte económica. El libro de caja comienza así:

"SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ" Libro de Ingresos y Egresos de la SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ, abierto en fecha 28 de diciembre de 1938, por los secretarios Drs. Roberto Suarez Morales y Filiberto Oviedo Rodas ...... La Paz, 28 de diciembre de 1938" (página 1) (Fig. 7). En la página 2, se lee Diciembre 1938, 22. Por cuenta extraordinaria y voluntaria en la sesión preliminar para la organización de la Sociedad de Cirugía de La Paz y para utilizar en los primeros gastos. Cuota voluntaria de 5 a 10 bolivianos. En la lista de 25 futuros socios encontramos el nombre de Arturo Plaza médico, que al igual que el Dr. Conrad, más tarde socio, que vivió muy poco tiempo en Bolivia, trabajó en el Comité Nacional de Deportes junto a un selecto grupo de médicos pioneros en los estudios de biología de la Altura.

La recaudación fue de 136 bolivianos. Con este dinero se compraron el Libro de Actas, el Libro de Cuentas, archivadores de palanca, papel timbrado y sobres, impresión de 100 esquelas de invitación para la sesión inaugural. En las páginas 3 y 4 describen el Balance efectuado el día 31 de enero de 1939: Recaudado 136 bolivianos, gastados 136 bolivianos. Drs. Roberto Suarez M. y Filiberto Oviedo R. La Paz, enero 31 de 1939.

En junio de 1939 se recaudan 1.300 bolivianos y se gasta 1.016 bolivianos, dinero pagado a la imprenta por la impresión del Boletín N 1. En el mes de octubre de 1939 se paga la Protocolización de los Estatutos (Bs. 31.50).

En 1940, abril 12 Impresión de Estatutos y Reglamentos de la Sociedad (Bs. 300).

En 1941, junio, 19. Pago al señor A. Deheza por 28 diplomas dibujados a pluma (Bs. 350). En el mismo año día 12 de septiembre, pago a la Editorial Renacimiento por 300 ejemplares del Boletín N 2 de la Sociedad de Cirugía de La Paz (Bs. 931).

En la página 83, octubre de 1950, pago a la Imprenta Artística por la impresión de los Estatutos y Reglamentos de la institución (Bs. 3.000), en el mismo mes pago por un sello Sociedad Boliviana de Cirugía".

En esta parte del libro los pagos corresponden a la SOCIEDAD BOLIVIANA DE CIRUGIA.

El revisar este libro impulsa a escribir la actividad científica de todos aquellos médicos que en el transcurso del tiempo trabajaron por elevar el nivel cultural y científico de la Sociedad de Cirugía de La Paz.

La semblanza biográfica del doctor Abelardo Ibañez Benavente esta retratada en su discurso de inauguración de la Sociedad, el ideal de escribir una biografía interesa a todos los cirujanos que buscan enaltecer el pasado de nuestra cirugía que comienza, en forma histórica a principios del siglo XX, es conocida la labor de cirujanos del siglo XIX, pero no se ha escrito en forma sistemática su obra, su biobibliografía. Es de Ibañez Benavente, que precisamente nos ocuparemos, no en este escrito, sino aparte.

Filiberto Oviedo Rodas, había nacido el 29 de junio de 1911, dos años antes que su futuro maestro D. Bilbao Rioja defendiese su Tesis de Grado en Santiago. Sus estudios de primaria y secundaria en el Instituto Americano de La Paz, no podía ser de otra manera, nacido en La Paz, necesitaba conocer de muy niño la lengua que le facilitaría más tarde su estancia en el gran país del norte.

La Universidad Mayor de San Andrés es su Alma Mater, asiste a la Guerra del Chaco, los tuscales, la seca tierra, la falta de agua, las enfermedades de los combatientes le impresionan y con los conocimientos adquiridos trabaja para restañar heridas, atender a los disentéricos y desmovilizado en el año 1937 defiende su Tesis de Doctorado "SINDROMES SIMPATICOS PERIFERICOS" dedicada a su maestro doctor D. Bilbao Rioja, que años atrás había publicado en la Revista de Sanidad Militar su experiencia en este tipo de cirugía. Con la inquietud, propia del hombre superior viaja a Buenos Aires y posteriormente a Rochester, a la Clínica Mayo, asistiendo al Marine Hospital. Hombre sereno, tranquilo, gran operador, con base de la fisiopatología quirúrgica. Catedrático de Semiología Quirúrgica, Director de los Hospitales General de Miraflores y Obrero de La Paz, expone su pensamiento y su obra en la Revista. "El Hospital" de tan grata memoria en la literatura médica. La parca le destina el 30 de abril de 1971 el largo viaje.

De los Secretarios Generales y del Tesorero, que cerca al presidente y autoridades de la Sociedad trabajaron con gran interés, sin fatigarse, sin mostrar nunca la decepción tanto Filiberto Oviedo Rodas como Edmundo Ariñez fueron discípulos amados del profesor Daniel Bilbao Rioja, -empleamos el calificativo en el sentido griego de la amistad-. Los dos, siempre al lado de su maestro, escuchando o platicando sobre temas médicos y humanísticos, pero por sobre todo anhelando una Facultad de Medicina moderna, científica, rica en conocimientos; el verdadero crisol de la sabiduría médica.

Si Daniel Bilbao Rioja hubiese estado el día de la Fundación de la Sociedad es seguro que sus palabras hubiesen despertado a los jóvenes cirujanos, algunos formados a su lado, o que hubiesen escuchado sus lecciones magistrales sobre la cirugía del simpático. Por ejemplo, nos consideramos como uno de aquellos médicos que junto a él aprendimos la cirugía y palpamos ese bello concepto ético que todos los días desde muy temprano practicaba en su Servicio de Cirugía del Hospital General, después nominado de Clínicas (Fig. 8).

Al cumplir su periplo nos correspondió decir una oración fúnebre. Transcribimos esta parte: "En la historia de la medicina, de esta atalaya cósmica ningún otro cirujano se traduce, tan perfectamente en aquella sentencia: "in cecando expertisimo, indocendo máximo metode, in medendo felicisimo" que en Daniel Bilbao Rioja. Sus ojos mismos eran como la lejanía altiplánica, hombre cósmico, como los conquistadores inquieto y a veces reservado, de palabra sentenciosa de tono de voz convincente, actitud serena y a veces dulce". Ya senecto le vimos altivo, sereno y ejemplar, no conocía la estupidez del orgullo. Había recibido en vida muchos homenajes, en el retiro de su vida sufrió vejámenes que hacían sangrar el corazón de quienes estuvimos con él. Pero vuelto a su propia felicidad sin jamás hablar de sus detractores a quienes ya perdonó hace años, Bilbao Rioja se acoje en este misterio que es el fin de la vida, se acoge al seno de esta tierra que tanto amó, se acoge como planta inmortal del recuerdo en sus amigos, en sus discípulos, se acoge en la memoria del tiempo que es la Historia".

Edmundo Ariñez Zapata, patricio, hombre de gran tradición, expositor del pensamiento social y de la medicina. Profesor universitario que merced a su capacidad, honradez, sapiencia, energía es elegido Vicerector junto a Carlos Terrazas. Desde ese alto puesto vislumbra mejores días para su Facultad de Medicina, para la Universidad toda, su altruismo es conocido de todos los profesores universitarios, sobre todo los de la rama biológica.

Desde la obtención del título de Bachiller en Ciencias y Letras el año 1928 hasta el día de su jubilación en la Universidad Mayor de San Andrés, desempeña cargos, recibe condecoraciones y premios. En 1932 ayudante de la Cátedra de Fisiología, Practicante de los Hospitales General de Miraflores y Militar Central hasta el año 1933. Durante la campaña del Chaco, Cirujano castrense, y prácticamente de los hospitales de Tarija y del Central.

En 1938, lee su tesis "Fracturas de Pelvis" para optar el título de Doctor en Medicina, el año 1939, Médico Interno del Hospital General de Miraflores, en 1941 adscrito al Hospital Durand de Buenos Aires, es médico interno honorario y adjunto al Instituto de Perfeccionamiento Médico Quirúrgico de Buenos Aires. Al retornar al país Jefe de Clínica de Semiología Quirúrgica, en el año 1943, Jefe de la Sala de Cirugía Mujeres del Hospital General de Miraflores. En 1945, Catedrático Titular de Patología Quirúrgica, y en 1959 Catedrático Titular de la III Cátedra de Clínica Quirúrgica. Presidente de la Sociedad Boliviana de Cirugía en tres oportunidades: 1953, 1961 y 1962.

Catedrático universitario de claridad extraordinaria en sus exposiciones, grande en la parte teórica y en el quirófano demostraba conocimiento de las técnicas quirúrgicas, meticuloso y de magnífica habilidad para la disección.

Tiene publicado un pequeño texto "Clínica Quirúrgica" de fácil lectura, pero hondo en el conocimiento. Muchos trabajos publicados en la "Revista del Ateneo de Medicina", "El Hospital" y la "Revista de la A.M.E."

Edmundo Ariñez Zapata, es homenajeado por la Sociedad. Reconocida su bonhomía el gobierno peruano le distingue con las Condecoraciones Hipólito Unanue y Alcides Carrión en los años 1962 y 1961, a la vez es nombrado Miembro Correspon-diente de la Academia Peruana de Cirugía.

En su labor cívica Los Amigos de la Ciudad le nombran presidente. Allí con su dinámico espíritu y esfuerzo material trabaja por su ciudad La Paz. Ahora saboreando sus recuerdos, gozando los triunfos, al lado de los suyos el mayor bien primero del hombre. Ya desde joven su dedicación a la cirugía lo coloca en la historia de la Sociedad de Cirugía en la historia de la Cirugía Boliviana, en lugar prominente.

El entonces Secretario, miembro fundador es Roberto Suarez Morales, nacido el 11 de noviembre de 1904, en Cochabamba. Estudios básicos de primaria y secundaria en su ciudad natal, carrera de Medicina en la Facultad de Medicina de Buenos Aires (U.B.A.), en 1933 y Título en Provisión Nacional en 1936. Asiste a la Guerra del Chaco, asimilado a la Sanidad Militar en Campaña desde el 17 de mayo de 1933 hasta 1935, desempeñando labor asistencial médica en hospitales de campaña, unas veces como cirujano de guerra y otras como Director de Hospitales de Campaña. En 1940 gana la Beca "Doctor CLAUDIO SANJINES" para seguir curso de Perfeccionamiento en Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Al regresar al país asiste al Servicio de Ginecología del Hospital General de Miraflores. Posteriormente viaja a varios países de Sudamérica, Estados Unidos de Norte América y de Europa para perfeccionar sus conocimientos y adquirir mayores conocimientos de técnicas de cirugía. Desde médico Interno del Hospital General, año 1936, hasta la Jefatura del Servicio de Ginecología y Jefe de Clínica Ginecológica Universitaria 1949, trabaja con tesón y dedicación al estudio. Práctica hospitalaria y privada hacen de Roberto Suárez Morales, uno de los médicos más notables en el campo de la Ginecología; su temperamento, su ecuanimidad, el trato cordial y franco a sus amigos y colegas, le hacen merecedor de respeto y aprecio. Conduce a los pacientes por el difícil camino de la ginecología, haciéndoles comprender su papel de madres o con palabra sencilla y jesucristiana asiste a la persona que ya está en la fase final de la enfermedad.

Su Currículum Vitae tiene facetas importantes que hacen del hombre estudioso el médico generoso y sabio.

Viajes, invitaciones a congresos, distinciones en el país y el extranjero, son la vivencia y el orgullo de Suarez Morales, con los alumnos Ejerciendo la docencia, es el pedagogo, es el hombre que sistematiza las maniobras quirúrgicas enseñándoles todo lo que les servirá en la vida.

Ya acogido a la jubilación hizo una vida tranquila, sin los sobresaltos de la senectud. Falleció en la ciudad de La Paz, rodeado de su familia.

Maestro, dedicó su labor a formar discípulos que junto al sencillo y modesto gran profesor Hugo Berrios formaron una escuela de Ginecología.

La Sociedad de Cirugía de La Paz desde su Fundación hasta el 21 de Septiembre de 1950

El trabajo encomendado a los doctores Roberto Suárez Morales y Filiberto Oviedo se hizo realidad, la Sociedad de Cirugía de La Paz, después de un trámite de meses tenia el Reconocimiento de la Personería Jurídica de la Sociedad.

Copia de la Resolución Suprema.

La Paz, veintinueve de agosto de mil novecientos treinta y nueve.

Vistos: La solicitud de Roberto Suarez y Filiberto Oviedo Rodas, en calidad de Secretarios Generales de la "SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ", pidiendo reconocimiento de la personería jurídica de dicha institución y la aprobación de sus Estatutos, el dictamen del señor Fiscal de Gobierno y .........

CONSIDERANDO: que se ha llenado las formalidades establecidas por el Decreto Supremo de veintidós de noviembre de milnovecientos treinta y tres; que dichos estatutos no se oponen a las leyes y buenas costumbres del país.......

Por tanto.............. SE RESUELVE: reconócese personería jurídica a la "Sociedad de Cirugía de La Paz" y apruébase los veintiocho artículos de sus Estatutos............. Regístrese, comuníquese y protocolícese.- (firmado) C. QUINTANILLA.- (firmado) V. Leytón A.- Es conforme Grover Zárate.- Oficial Mayor de Gobierno.- DECRETO PREFECTURAL.- Prefectura y Comandancia del Departamento de La Paz, Bolivia.- a veinticinco de agosto de mil novecientos treinta y nueve.- Cúmplase por la Notaría de Hacienda.- Saenz.- Prefecto del Departamento.

Mesa Directiva de la Sociedad de Cirugía de La Paz.

Gestión: año 1939.

Presidente:
Dr. Abelardo Ibañez Benavente

Vicepresidente:
Dr. Felix Veintemillas

Secretarios Generales.:
Dr. Roberto Suárez Morales
Dr. Filiberto Oviedo Rodas

Tesorero:
Dr. Edmundo Ariñez

Vocales:
Dr. Enrique St. Loup
Dr. Genaro Siles

Dos propósitos tenía la directiva: una la publicación del Boletín y otra la actividad científica.

El primer BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ, medía 18 x 25 centímetros, Tomo I. N 1, Año 1939. Secretaría General. Casilla de Correo 891. 29 páginas, de las cuales 3 con propaganda comercial médica (Fig. 9).

El segundo BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ, medía 18 x 25 centímetros, Tomo I N 2, Año 1940. Secretaría General. Casilla de Correo 891. La Paz - Bolivia. Corresponde la fecha a febrero de 1940. 64 páginas, de las cuales 1 y 1/2 con propaganda comercial médica (Fig. 10).


El tercer BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ, medía 18 x 25 centímetros. Años 1941 - 1942. No tiene números de tomo, Boletín ni ningún otro registro. Pero sí a pie de carátula Editorial del Estado. 82 páginas. No tiene páginas con propaganda comercial, la foliación es normal. Fuera del texto 6 hojas con referencias comerciales (Fig. 11).

EL LIBRO DE ACTAS: Termina con el Acta del día 21 de diciembre de 1950. N 98. Página 186 (Fig. 12).



Las Actas, ordinarias, extraordinarias son en total noventa y ocho comenzando de la página N 1, concluye en la 186. Del 2 de febrero de 1939 al 21 de diciembre de 1950.

El Acta simplemente indica que se pasa a la sesión científica de acuerdo a la orden del día, después concluye con la elección de la nueva Directiva para la gestión de 1951. Concluye a horas 12:30. En la página 180 del Libro de Actas se lee:

"ACTA DE LA SESION ORDINARIA DEL 21 DE SEPTIEMBRE DE 1950. Se inicia la sesión a horas 11 a.m. bajo la presidencia del Dr. D. Bilbao Rioja y con asistencia de los siguientes socios: Ariñez, Ayo, Boehme, Adalid Carrasco, Coronel, Debbe, Delgadillo, Espinoza, Estensoro, Fernández Ferufino, Juan Gamarra, García, Mendoza Catacora, Michel, Nava, Palacios y Suárez. A continuación se terminó de considerar la reforma de los Estatutos, autorizándose a los secretarios para que tramiten la personería Jurídica de la Sociedad".

Sin embargo, la Sociedad siguió funcionando, según consta en el Libro de Actas, hasta el 21 de diciembre, pese al documento de creación de la SOCIEDAD BOLIVIANA DE CIRUGIA. Se lee en la página 2 del Testimonio N 587 "se hizo constar expresamente que la constitución de la "SOCIEDAD BOLIVIANA DE CIRUGIA", implicaba la extinción de la antigua "Sociedad de Cirugía de La Paz. El Notario de Hacienda, Gobierno, Defensa y Colonias Eugenio Gómez, atestigua este cambio. Hasta aquí la Historia de la Sociedad de Cirugía de La Paz.

En su realidad, la historia es el curso temporal y trascendente de las acciones del género humano, curso en el cual los hombres van creando u olvidando sus posibilidades intelectuales, técnicas, políticas, artísticas, para hacer su vida. Tal la historia de la "Sociedad de Cirugía de La Paz".

NOTA

El material para documentar este trabajo: "HISTORIA DE LA SOCIEDAD DE CIRUGIA DE LA PAZ" tiene fuentes de información en períodos de la época, libros, tesis y la comunicación verbal.

Para el análisis del LIBRO DE ACTAS, se utilizó el microfilm del autor. EL LIBRO DE CUENTAS, fue conocido gracias a la gentileza del doctor Carlos Aguilar, past presidente de la Sociedad Boliviana de Cirugía.

La fotografía de los doctores Daniel Bilbao, con dos de sus discípulos, doctores Filiberto Oviedo Rodas y Daniel Ballón son de propiedad de la familia Oviedo Rodas.

El resto de las fotografías así como la información bibliográfica pertenecen a la biblioteca del autor.

La Paz, junio del 2000

REFERENCIAS

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Arteaga, C.W. En Torno a la Fundación de la Sociedad Boliviana de Cirugía.- Nuevas Apostillas. Prensa Médica. Vol. XVIII. 3.84.86.1966.

------- Apuntes para la Historia de la Sociedad Boliviana de Cirugía. VIII Congreso Nacional de la Sociedad Boliviana de Cirugía. Santa Cruz. Bolivia. Septiembre. 1966.

------- Historia de la Sociedad Boliviana de Cirugía. IX Congreso Nacional de la Sociedad Boliviana de Cirugía. I Congreso Nacional del Colegio Internacional de Cirujanos. Congreso Extraordinario de la Sociedad Boliviana de Ortopedia y Traumatología. 25 al 30 de noviembre de 1973. La Paz. Sin pie de imprenta.

------- Historia de la Cirugía en Bolivia. Impreso. Impreso en multicopia. Sin pie de Imprenta. La Paz. 1975.

------- Historia de la Medicina en Bolivia. Presencia. Monografía en el Año del Sesquicentenario de la República de Bolivia. La Paz. 1975.

------- Desarrollo de la Biología en Bolivia, en Dualismo y Pluralismo Cultural de Bolivia. 1925-1975. 235. 256. Biblioteca Paceña Nueva Serie. La Paz. 1977.

------- Enrique Saint Loup. Médico Escritor. Crónica Aguda La Paz 1988, I, 3.9.

------- Abelardo Ibañez Benavente. Crónica Aguda. La Paz 1988, I, 7.12.

------- Historia de la Sociedad Boliviana de Cirugía. Crónica Aguda. Número dedicado a las Bodas de Oro de la Sociedad Boliviana de Cirugía. 1989, II, 61.

------- Con Motivo del 52 Aniversario de la Creación del Ministerio de Previsión Social y Salud Pública. Guía y Visión. La Paz. 1991, I.3.10.11.

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